Hay una leyenda mexicana sobre el poblado abandonado "La Sangre De Dios". Se dice que "El Mascarado", el mejor luchador de todos los tiempos, fue desterrado allí después de arrancarle los ojos a otro. Otra parte de la leyenda cuenta que El Mascarado apareció de la nada durante las Olimpiadas en México, casualmente al mismo tiempo que desaparecieron otros tres grandes luchadores; una teoría conspiratoria señala al presidente de aquel entonces como responsable de algún oscuro experimento para asegurar la grandeza de su lucha libre. En el presente, unos jóvenes descastados van al país a rodar una porno pero se pierden y llegan a La Sangre De Dios. Enamorados de la atmósfera polvorienta del sitio deciden quedarse a rodar, pero a "El Mascarado" no le gustan los intrusos.